Archivo mensual: febrero 2011

JOAN VINYOLI: PASSEIG D’ANIVERSARI

El primer poema/fragment de Passeig d’aniversari (1984), darrer llibre de Joan Vinyoli i a l’alçada dels més grans:  T.S. Eliot, Shakespeare, Rilke, els romàntics alemanys… Què oculten, transparents, els mots que ens fan des(entendre)? Poesia abstracta, filosòfica (gosaria dir), simple en la seva exacta dicció i en la saviesa del ritme meditatiu però complexa en el seu vertader missatge, signes enigmàtics a la pissarra de la vida que tractem vanament de desxifrar, sense saber potser que no cal, doncs tenen vida pròpia com el crepitar del foc, el so nocturn de les boies al port, l’ombra del passar dels núvols o el record difús d’alguns paisatges estimats en un temps ja llunyà.

Mai-més i Sempre són germans
irreconciliables, de naixença, en l’home.
En va cerquem, en va trobem:
allò
que és assolit esdevé sempre, a l’acte,
mai més, com engolit per una
boca voraç.
I tot seguit projectes
desenfonyats de nou, experiments, deliri
de ser feliç, fressa de clarions
a la pissarra de la vida:
l’aire
que respirem se’ns torna a voltes música,
una gota de rou tot d’una es fa verí.
Tot és un jeroglífic cada cop
més complicat de desxifrar; fascina,
però, com mirar el foc o el mar o la boirosa
planura dels records.
Els mots, en veritat,
no són sols per entendre’ns pel que signifiquen,
sinó per descobrir el que, transparents, oculten.

AÚN FRANCISCO BRINES

A punto de un viaje en coche

Las ventanas reflejan
el fuego de poniente
y flota una luz gris
que ha venido del mar.
En mí quiere quedarse
el día, que se muere,
como si yo, al mirarle,
lo pudiera salvar.
Y quién hay que me mire
y que pueda salvarme.
La luz se ha vuelto negra
y se ha borrado el mar.

El poeta en su casa de Oliva.

EL SUEÑO INCUMPLIDO DE DICKENS: CRÓNICA DE UNA ESTATUA NO DESEADA

El pueblo natal de Dickens desafía su última voluntad al erigirle una estatua

En su testamento de 1869, no dejó lugar a las dudas: «Pido a mis amigos que eviten que yo sea el protagonista de cualquier tipo de monumento»

Londres.  (EFE).- Pese a que el novelista Charles Dickens dejó muy claro antes de su muerte que le parecían «abominables» las estatuas en recuerdo de grandes personalidades, y pidió expresamente que nunca se erigiera una en su memoria, su pueblo natal desafía ahora su última voluntad en aras de la promoción turística.

El autor de obras como «Oliver Twist» o «Historia de dos ciudades», uno de los escritores más reconocidos de la literatura universal, señaló en una carta fechada en 1864 que sentía «escalofríos ante la idea de una estatua o de un grabado» con su imagen.

En su testamento de 1869, escrito un año antes de su muerte, no dejó lugar a las dudas: «Pido a mis amigos que eviten que yo sea el protagonista de cualquier tipo de monumento o placa conmemorativa en ningún lugar», sentenció el mayor representante de la literatura victoriana británica.

A pesar de los ruegos de Dickens, el ayuntamiento de Portsmouth, en el condado de Hampshire (sur de Inglaterra), donde nació el escritor, proyecta inaugurar una estatua en su honor el 7 de febrero de 2012, cuando se cumplirán 200 años del su nacimiento.

«Esperamos que la estatua y las celebraciones que organizaremos el año que viene darán a Portsmouth la misma relevancia que tiene Stratford gracias a Shakespeare», aseguró al diario «The Times» uno de los miembros de la asociación de admiradores del novelista «Dickens Fellowship», fundada en 1902.

El alcalde de la localidad, Gerald Vernon-Jackson, defendió una iniciativa que «atraerá el turismo» y sostuvo que el pueblo natal del escritor «debe hacer todo lo posible por su memoria, no sólo recordarle, sino también atraer dinero y puestos de trabajo».

«Se han recolectado fondos en todo el mundo para erigir esta estatua», aseguró Vernen-Jackson.

Entre quienes se oponen al monumento en honor del autor de «David Copperfield», que quería ser evocado únicamente a través de sus obras publicadas y de los «recuerdos» que de él tuvieran sus amigos, destaca el ayuntamiento de la ciudad de Rochester, en el condado de Kent.

En esa localidad Dickens pasó gran parte de su vida, y su consistorio desaprueba la iniciativa de Portsmouth, ya que asegura que «si hay que hacerle algún tributo, tendría que ser aquí, donde estableció su morada espiritual».

«Aún así, él no quería ninguna estatua, así que sería más adecuado construir una representación de alguno de los personajes de sus libros, como Oliver Twist», puntualizó una portavoz del consistorio de Rochester.

La Vanguardia, sábado 26 de febrero de 2011.

SI TAL HICIERAN, MI FANTASMA LES VENDRÁ A PERJUDICAR…

El sueño de Dickens:

CERCLES: JOAN VINYOLI

CERCLES

Un altre cop vols agitar les aigües
del llac.
Està bé, però pensa
que no serveix de res tirar una sola pedra,
que has d’estar aquí des de la matinada
fins a la posta, des que neix la nit
fins al llevant
-tindràs la companyia
de les estrelles, podràs veure l’ocellassa
de la nit negra covant l’ou de la llum
del dia nou-,
assajant sempre cercles,
per si al cap de molts anys, tota una vida, et sembla
-i mai potser no n’estaràs segur-
que has assolit el cercle convincent.

LEONARD COHEN: IF IT BE YOUR WILL

Will, palabra que sirve para conjugar el futuro y formular las últimas voluntades del testamento, el apócope de William Shakespeare y el equívoco del deseo. Otra plegaria ¿agnóstica, desesperanzada? del poeta canadiense: «Si éste es tu deseo».

Leonard Cohen: If It Be Your Will

If it be your will
That I speak no more
And my voice be still
As it was before
I will speak no more
I shall abide until
I am spoken for
If it be your will
If it be your will
That a voice be true
From this broken hill
I will sing to you
From this broken hill
All your praises they shall ring
If it be your will
To let me sing
From this broken hill
All your praises they shall ring
If it be your will
To let me sing

If it be your will
If there is a choice
Let the rivers fill
Let the hills rejoice
Let your mercy spill
On all these burning hearts in hell
If it be your will
To make us well

And draw us near
And bind us tight
All your children here
In their rags of light
In our rags of light
All dressed to kill
And end this night
If it be your will

If it be your will.

En versión de The Antony and the Johnsons para el documental «I’m your man»:

Si así lo deseas
que no vuelva a hablar
y que mi voz calle
como antes,                                                                                                                                         no hablaré
y así me quedaré
hasta que hables por mí
si así lo deseas

Si así lo deseas
si una voz ha de ser verdadera
desde esta colina derruida
resonarán todas tus alabanzas
Si así lo deseas
déjame cantar

Si así lo deseas
si nos queda elección
que los ríos rebosen
que las colinas se regocijen
que tu misericordia se desborde
sobre todos estos corazones abrasados en el infierno
Si así lo deseas
sálvanos

Y aproxímanos
oh, átanos fuerte
todos tus hijos juntos
con sus harapos de luz
con nuestros harapos de luz
vestidos para matar
y acabar con esta noche
si así lo deseas

Si éste es tu deseo.

CHRISTINA ROSSETTI: WHEN I AM DEAD, MY DEAREST

WHEN I AM DEAD, MY DEAREST

Christina Georgina Rossetti
(1830-1894)

When I am dead, my dearest,
Sing no sad songs for me;
Plant thou no roses at my head,
Nor shady cypress tree:
Be the green grass above me
With showers and dewdrops wet;
And if thou wilt, remember,
And if thou wilt, forget.

I shall not see the shadows,
I shall not feel the rain;
I shall not hear the nightingale
Sing on, as if in pain:
And dreaming through the twilight
That doth not rise nor set,
Haply I may remember,
And haply may forget.

Que ve a dir, més o menys:

Quan sigui morta, estimat, no cantis cançons tristes per mi; no plantis roses al meu cap ni cap xiprer ombrívol; sigues l’herba verda damunt meu humida per l’aigua i les gotes de gebrada. I si vols, recorda. I si vols, oblida.

No veuré les ombres, no sentiré la pluja ni podré escoltar el rossinyol cantant com si planyés; i somniant en un crepuscle etern, potser recordi i potser oblidaré.

Aproximadamente (spanish version):

Cuando esté muerta, querido, no cantes baladas tristes por mí, no plantes rosas en mi cabeza ni un sombrío ciprés: sé la hierba verde que crezca sobre, mí humedecida con agua y gotas de rocío; y si lo deseas, recuerda; y si lo deseas, olvida.

No veré la lluvia, no sentiré las sombras ni podré escuchar el planto de ruiseñor, y soñando a través de un eterno crepúsculo acaso recuerde, o acaso olvide.